miércoles, 30 de diciembre de 2015

De culebreros y otras alimañas...

El lugar: Calle peatonal de Copacabana, Antioquia. 
La evidencia: un círculo de gente. 
El evento: un culebrero.

Ni modos de tomar fotos... Para ilustrar a los lectores extranjeros, los culebreros son personajes populares que enredan a su público cautivo con historias de ocultismo y triquiñuelas para quedarse poco a poco con su atención y con su dinero (por ahí derecho). Precisamente esa es la razón para que no se dejen fotografiar ni aparecer en un video. Ya entrados en materia, va la historia.

Mi pareja y yo habíamos dejado lavando nuestro vehículo en un parqueadero próximo y salimos a caminar por ahí. Él se detuvo antes que yo y me indicó: "Miremos callados", a lo que nos acercamos a observar.

Aproximadamente veinte personas en el centro de la calle peatonal rodeaban a un sujeto muy tostado por el sol, de largo cabello negro y una bandana en la cabeza. No paraba de hablar, por más que la gente quisiera intervenir, ni tampoco dejaba de moverse un solo momento mientras trazaba un círculo con agua salada frente a las personas de la primera fila.

"Si la cascabel me muerde no llamen a nadie y menos a la policía", interpelaba con voz fuerte, continuando con la maniobra para que desde un contenedor plástico (comúnmente conocido como coca por aquí, no tiene nada que ver con la planta ni la sustancia alucinógena que se deriva de ella) subiera una supuesta serpiente de cascabel a morder su mano.

Aludiendo a los clásicos pasajes bíblicos del antiguo testamento, el hombre habló de la "maldición" contenida en la serpiente que tentó a Adán y Eva, de cómo ganarse el pan con el sudor de su frente (y hay que ver cómo sudaba por el sol que estaba haciendo aquella tarde, pero no por su esfuerzo laboral) y de porqué los niños "no son personas responsables para las fuerzas mágicas".

Pidió a cada asistente (adulto, por supuesto) que tomara una moneda de cualquier denominación en su mano derecha (según él, la mano de Dios) y extendiera el brazo para poder rezarla con el poder de Dios. Nosotros simplemente observábamos cómo la gente se rebuscaba en los bolsillos y nosotros permanecíamos inmóviles en la última fila.

Y cada vez que decía que haría la demostración "milagrosa" de que la serpiente saltaría a morderlo y a él no le pasaría nada, cambiaba de tema, envolviendo a su público en un hipnótico sinsentido, similar al que producen las pantallas de televisión o de teléfonos "inteligentes".

Cinco minutos después, nos alejamos. Nos sentamos en el parque a recordar otros momentos protagónicos de los culebreros. Básicamente, todos siguen el mismo esquema: luego de que la moneda está "rezada", el culebrero le pide a la gente que la conserve para que haya prosperidad en sus vidas. Y a continuación de otro torrente de palabrería, le pide a cada persona un billete para hacerle una "consulta personal" en su casa a los donantes. Nunca hace lo que atrajo a la masa a su dominio.

Baste decir que con un pueblo dormido por lo que cree real a través de los medios masivos de comunicación, este tipo de trucos son fáciles de ejecutar, aún a sabiendas del karma que carga el ejecutor. Fortalecer el amor propio con logros personales y colectivos, además de expresar agradecimiento al Gran Espíritu (los Dioses, el Universo, o como gustes llamarle) por la vida, son fundamentales para no caer en manos de falsos maestros ni de "iconos" de la espiritualidad como pastores, culebreros o gurús. Somos nuestros propios maestros, forjadores de nuestra existencia y destino.

¡Gracias por leerme! ¡Comenta y comparte, estaré feliz de que me sugieras una experiencia!

Bendiciones,

Dhana.

Más recursos:
Cómo abrir un círculo mágico: https://www.youtube.com/watch?v=h6J4yvu43Vw
Sobre el simbolismo de la serpiente: https://sertranspersonal.wordpress.com/2008/08/25/el-simbolismo-de-la-serpiente/

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